sábado

Reseña de un Un pueblo llamado redención, escrita por Imanol Caneyada Pascual

"Estamos ante un libro singular en el panorama narrativo mexicano. Primero, porque se trata de un western, un género que en este país se ha abordado escasamente; segundo, porque se sitúa en un periodo de la historia mexicana, la segunda mitad del siglo XIX, en una región olvidada por los historiadores: el noroeste del país. El propio autor es quien plantea que esta novela nació de su amor a los relatos del salvaje oeste, en donde la imagen del vaquero solitario cabalgando en la llanura tiene una irresistible fuerza, pero también de la pregunta de cómo vivían las personas en ese periodo de la historia de nuestro país en una geografía olvidada por el gobierno central, preocupado en sus luchas intestinas y en las invasiones francesas. A diferencia de otras novelas históricas, en donde los personajes son los grandes próceres de la patria o los grandes antihéroes de ésta, en UN PUEBLO LLAMADO REDENCIÓN los protagonistas son personas de a pie, aventureros escoceses, terratenientes arribistas, indios apaches, mojaves, yaquis y seris, y una geografía inmensa, hostil, surcada por sierras y desiertos.La novela, con un aliento épico vertiginoso, nos cuenta el transitar por estos páramos sometidos a la única ley del más fuerte, de Cornelio Callahan, hijo de escocés y mexicana, raptado y criado por mojaves, quien ya de adulto entrará al servicio de un terrateniente brutal, despótico, Vicente Ponce de León Quijano y Castillo, para combatir apaches en Sonora, participar en el exterminio de bisontes en Texas y proteger la plata de las minas en Chihuahua.Entre ambos individuos se forja una extraña relación que a veces roza lo paternal, a veces el odio, pero que fructifica en un desmedido enriquecimiento, cuya origen es el cobro de cabelleras apaches, ciento cincuenta pesos por pelambre, que el gobierno de Chihuahua estipuló para exterminar a un pueblo guerrero que jamás iba aceptar la civilización en los términos de Occidente. El único hombre dispuesto a desafiar a ambos villanos es un artista del revólver llamado Higinio Montoya, un personaje que es todo un homenaje al pistolero del western, con una ética muy particular y con la necesidad de exorcizar los peores demonios.Hilario Peña, en esta novela, además de contar las microhistorias de individuos dejados de la mano de Dios y de las instituciones a su suerte y su valentía, narra también el surgimiento del capitalismo en la región, un parto que se dio entre sangre y fuego.UN PUEBLO LLAMADO REDENCIÓN tiene la virtud de romper con el encorsetamiento de la verdad histórica a las que las novelas de este género son propensas, a pesar de contar con una sólida investigación del periodo en el que se enmarca la trama. La clave está en el hecho de que el autor, una vez hecha la investigación, se sumerge en la construcción de una novela del salvaje oeste con duelos al atardecer, peleas en cantinas de mala muerte, persecuciones a caballo y cabelleras cortadas con lujo de detalle. No hay piedad, no hay ley, no hay consideraciones ni política válida, el revólver habla, la sangre responde. De esta forma, durante las más de cuatrocientas páginas de la novela transcurren las vidas de personajes tridimensionales, que odian, aman, ambicionan, persiguen sueños locos como los del oro, más allá de sus circunstancias históricas, pero contando la historia de una geografía cuyo sino parece marcado por su pasado.Y es que cualquier parecido entre las circunstancias que vive actualmente la región y el salvaje oeste de un siglo y medio atrás no es mera coincidencia."

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